domingo, junio 29, 2008

Infectando la historia


Tres tonteras:

Hace un timepo, la ciencia era mucho más experimental q hoy... El ejemplo es la piroterapia, en la cual se pensaba en la fiebre como tratamiento para algunas patologías infecciosas.
Tal era el ejemplo de la sífilis. Algunos médicos de entonces decidían infectar con el microorganismo productor de la malaria a quienes padecían la venérea, ya q constataron q las típicas fieres del paludismo ayudaban a contrarrestar el daño provocado por el Treponema pallydum.


- Pero y la malaria? Fue gracias a la Duquesa de Chinchón, esposa del virrey del Perú, q el mundo conoció la quinina, pilar del tratamiento contra esta afectacion. Pero esto no fue gratis: la condesa padeció los estigmas colaterales de la droga y por ello, hoy ese conjunto de efectos adversos se conoce como "cinconismo", en su honor.

- Tanto la malaria como la fiebre amarilla son transmitidas por la picadura de mosquitos. En el caso de la segunda, se sabe q ha viajado desde su foco original africano, en los barcos de esclavos negros, hasta América y de allí a Cadiz. Quizás como una venganza, una justicia poética, fue esa misma fiebre amarilla la que mató a casi el 90% de los soldados con los que Napoleón intentó invadir el valle del Mississippi, desde Santo Domingo.

(extraído de mi flog hace un tiempo)

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